Naturaleza encendida

Muchos árboles del jardín botánico se han roto. Está lleno el jardín de árboles heridos. En Navidad montaron un, para mí, espantoso espectáculo al que llamaron «Naturaleza encendida» consistente en llenar todo lo precioso y natural que allí vive de luces de colores.

Era lo más parecido a una feria hortera. Luminosidades rosadas que viraban al morado, focos amarillos rodeando los troncos, plantas artificiales que hacían daño a la vista. La gente hacía colas y pagaba para contemplar aquello.

¿Desde cuándo la Naturaleza necesita luces y encendidos? Desde nunca. Nada más bello que la luz natural filtrándose entre las ramas o que la oscuridad y el silencio de la noche, ¿qué más encendido va a necesitar una noche que el de luna o las estrellas?

Pues nada, la gente se agolpa deseosa de que la distraigan, entretengan, asombren y atonten más de lo que ya está con artificios demenciales.

Y hoy, mes de febrero, al pasar por delante del Jardín Botánico, antes un lugar de reposo y paz, he visto una larga cola de gente que lo rodeaba y era capaz de pagar y esperar para poder pasar en gritona masa a ver el espectáculo de los árboles rotos pero iluminados. Se ve que los del jardín hacen negocio y han decidido prolongar el horror.

Esta es la única naturaleza que hay aquí: la naturaleza agonizante y encendida.

Publicado por usoa

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5 comentarios sobre “Naturaleza encendida

  1. Destrozar el efecto natural con tropecientas luminarias es la idea que tienen los pocasideas de la Navidad. Pero que encima hagan negocio del desastre es el colmo del mercadeo; me dejas con la boca abierta. ¿Y se supone que eso lo hacen los responsables del Jardín Botánico…? Qué paciencia.

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    1. No creo que exhiban los árboles rotos, eso ya sería el colmo. Pero de por sí el espectáculo luminoso ya es de crimen.
      Quiero pensar que el dinero que saquen lo utilizarán para restaurar el jardín.
      Pero no sé, es como si hubiera caído en manos de locos.
      Así estamos.

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  2. Qué pena. No lo sabía. Debo vivir en otro mundo de verdad. Lo he visto en internet después de leer tu entrada y he visto «el horror». Y que la gente quiera hacer cola para verlo me parece aún mayor horror.

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    1. Es deprimente.
      He pasado a veces por delante y casi muero del susto pero pensaba que era solo en Navidad. Cuando ayer vi que seguían las luces y las colas la verdad es que me asusté.
      Y encima es el único espacio natural que está abierto. Claro, porque cobran.

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